18 Nov El valor para equivocarse
Una de las cosas que nunca me canso de repetir a mis alumnos y alumnas es que se atrevan a equivocarse. Y especialmente que se atrevan a hacerlo fuera de clase.
Para aprender un idioma necesitamos una combinación de varios elementos entremezclados: implicación, constancia, interés, motivación… Pero es imprescindible que esta receta no se cocine únicamente en el contexto del aula.
Nuestro aprendizaje tiene que exceder las fronteras de la escuela y el uso del idioma no puede quedarse entre cuatro paredes, porque un idioma es también su cotidianidad, la cultura que lo envuelve y sobre todo su expresión e interacción.
Rellenar huecos en un folio lleno de ejercicios de gramática o aprendernos el pretérito pluscuamperfecto de memoria no sirve para el mundo real si a la hora de la verdad no me atrevo a pedir un café en el bar de debajo de mi casa.
Por eso tenemos que animar a nuestrxs alumnxs a que vivan el idioma en todas sus expresiones. Que hablen con la cajera del supermercado, con las vecinas de su barrio o con el frutero.
Y que no limiten sus conocimientos a lo que aprenden en clase, sino que investiguen, que indaguen en su contexto sociocultural. Que se empapen de cine español y música latina, que visiten alguna exposición o se acerquen el fin de semana a una fiesta tradicional.
En resumen: lo aprendido en el aula tiene que ser un regalo que nos permita no solo comunicarnos en un nuevo idioma sino, poco a poco, formar parte de él y de la cultura a la que pertenece.
María
Posted at 15:58h, 19 noviembreUno de mis mayores temores fueron mis clases de inglés… me resultaban superfrustrantes porque la profe no podía comprender la vergüenza que suponía para mí expresarme en una lengua que no controlaba. Miedo a hacer el ridículo. Ojalá en aquel entonces haber encontrado esa confianza que expones en tu blog. Muchas gracias por tu empatía académica :))
AnthonyDerly
Posted at 00:07h, 07 eneroCrypto market trends